jueves, 29 de septiembre de 2011

FERIA DEL LIBRO EN LA HABANA


Convocada la 21ª Feria Internacional del Libro Cuba 2012
Del 9 al 19 de febrero en La Habana

Cámara Cubana del Libro




La 21 Feria Internacional del Libro Cuba 2012 se realizará del 9 al 19 de febrero en La Habana y hasta el 4 de marzo en las demás provincias del país bajo el lema Leer es crecer. Rendirá homenaje al bicentenario de la insurrección protagonizada por José Antonio Aponte contra el poder colonial español imperante en la Isla , y al centenario del levantamiento armado de los miembros del Partido Independiente de Color, estará dedicada a los autores cubanos, Zoila Lapique Becali, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2002, y Ambrosio Fornet Frutos, Premio Nacional de Literatura 2009 y Premio Nacional de Edición 2000.
Serán homenajeadas, además, las culturas de los pueblos del Gran Caribe, concebido como un mosaico cultural, diverso y a la vez unido por su historia, integrado por los catorce Estados insulares, México, los seis países centroamericanos y los cuatro sudamericanos con costas en el Mar Caribe, y los territorios integrados en sus antiguas metrópolis, a lo cual se suman, por vínculos de similar naturaleza, la subregión de Nueva Orleans y la Louisiana , en Estados Unidos.

La fortaleza de San Carlos de La Cabaña será la sede principal, aun cuando los eventos literarios, artísticos y académicos se expandirán a otras sedes de la capital cubana, como el Pabellón Cuba, la Casa del Alba, la Casa de las Américas, el Centro Dulce María Loynaz, la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, entre otros. El pabellón dedicado a las culturas de los pueblos del Caribe como invitados de honor, contará con el Salón Caribeño, en el cual se expondrán muestras del arte y las tradiciones de los pueblos que celebran esa condición; la creación literaria de las culturas homenajeadas disfrutará de su espacio de difusión en la sala de presentación Nuestra América, particularmente establecida para ese propósito.

Los programas profesional, académico y literario de la Feria incluyen cientos de actividades de animación cultural, entre coloquios, homenajes, mesas redondas, conferencias, lecturas, premiaciones y presentaciones de libros. El programa artístico brindará al público conciertos de importantes agrupaciones, exposiciones de artes plásticas, obras de teatro, espectáculos danzarios y muestras de cine contemporáneo. Para el disfrute de los niños, la Feria organiza el pabellón infantil, denominado Tesoro de Papel, en el que se despliegan numerosas actividades recreativo-culturales. Adicionalmente, el Salón Profesional del Libro funciona como lugar de encuentro entre autores, editores, libreros, distribuidores, además de centro de comunicación e información.

Con el espíritu ecuménico con que se ha convocado a las culturas del Gran Caribe, y con la aspiración de que la Feria Internacional del Libro de 2012 reúna en La Habana la mayor diversidad de textos y de personalidades vinculadas al sector editorial y a la creación literaria y artística, invitamos a participar junto a nosotros en esta fiesta de la literatura y las artes, cuya larga trayectoria le ha posicionado referente del movimiento editorial en América.

Los interesados deberán solicitar su inscripción, así como su incorporación a los programas de las actividades profesionales y literarias, comunicándose directamente con el Comité Organizador de la Feria Internacional del Libro de Cuba 2012:

CÁMARA CUBANA DEL LIBRO

Calle 15 no. 602 e/ B y C, Vedado, Plaza de la Revolución , La Habana , Cuba

Telf.: (537) 832 9526 al 29 ext. 101 y 108, (537) 832 882 Fax: (537) 833 3441

E-mail: direccion@ccl.cult.cu, feria@ccl.cult.cu, promocion@ccl.cult.cu

Dalia Nápoles del Toro

Presidenta Cámara Cubana del Libro

Directora General de la Feria Internacional del Libro de Cuba.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA BOCA MI BACIÓ TUTTO TREMANTE











LA BOCA MI BACIÓ TUTTO TREMANTE
(Francesca de Rímini al hablar de sus amores con Paolo Malatesta en el “Infierno” de DANTE)


He aquí una selección del Canto V traducida por mí. He puesto las estrofas intercalando las traducciones para hacer más fácil la lectura:


(...)
Intesi ch'a così fatto tormento
enno dannati i peccator carnali,
che la ragion sommettono al talento.

Entendí que a tales tormentos
eran castigados los pecadores carnales,
que la razón someten a los deseos.

(...)
Poi mi rivolsi a loro e parla' io, e cominciai:
«Francesca, i tuoi martìri
a lagrimar mi fanno tristo e pio.

Luego me dirigí a ellos, hablé yo,
y comencé: «Francesca, tus martirios
por lagrimar me hacen triste y pío.


Ma dimmi: al tempo d'i dolci sospiri,
a che e come concedette amore
che conosceste i dubbiosi disiri?».

Mas dime: en el tiempo de los dulces suspiros
¿por qué y cómo concedió el amor
que conocisteis los dudosos deseos?».


E quella a me: «Nessun maggior dolore
che ricordarsi del tempo felice
ne la miseria; e ciò sa 'l tuo dottore.

Y ella a mí: «Ningún mayor dolor
que acordarse del tiempo feliz
en la miseria; y de eso sabe tu doctor.


Ma s'a conoscer la prima radice
del nostro amor tu hai cotanto affetto,
dirò come colui che piange e dice.

Mas si para conocer la primera raíz
de nuestro amor tú tienes tanto deseo,
diré como quien llora y dice.


Noi leggiavamo un giorno per diletto
di Lancialotto come amor lo strinse;
soli eravamo e sanza alcun sospetto.

Nosotros leíamos un día por deleite
cómo el amor dominó a Lanzarote;
solos estábamos y sin sospecha alguna.


Per più fïate li occhi ci sospinse
quella lettura, e scolorocci il viso;
ma solo un punto fu quel che ci vinse.

Por muchas veces los ojos nos suspendió
esa lectura, y nos palideció el rostro;
mas solo un punto fue el que nos venció.


Quando leggemmo il disïato riso
esser basciato da cotanto amante,
questi, che mai da me non fia diviso,

Cuando leímos que la deseada sonrisa
era besada por tan grande amante,
éste, que jamás será apartado de mí,


la bocca mi bacciò tutto tremante.
Galeotto fu 'l libro e chi lo scrisse:
quel giorno più non vi leggemmo avante».

la boca me besó todo temblando.
Galeotto fue el libro y quien lo escribió:
aquel día más ya no leímos».


Mentre che l'uno spirto questo disse,
l'altro piangëa; sì che di pietade
io venni men così com' io morisse.
E caddi come corpo morto cade.

Mientras que un espíritu dijo esto,
el otro lloraba, y así por piedad
yo vine a menos casi como si muriera.
Y caí como cuerpo muerto cae

SUEÑO


Sueño.
Sueño contigo cada día.
Y en mi sueño está el miedo
que me muerde las entrañas
a perderte.
En mi sueño estás tú con tu presencia femenina,
invadida de amor y de locura.
Y sueño con amarte para siempre
sin que el olvido me disuelva en tu memoria.
Sueño.
Sueño que tus amores pasados y los míos,
esos misterios azules
que vamos descubriendo el uno del otro
y nos sorprenden,
rompan todos los diques
y se viertan
y se disuelvan para siempre.
Y que me digas algún día
que me quieres de verdad.
Que me quieres;
que me quieres
y que no sabías; que no tenías ni idea
de que el amor podía ser algo así

Francisco

S U E Ñ O


Sueño.
Sueño contigo cada día.
Y en mi sueño está el miedo
que me muerde las entrañas
a perderte.
En mi sueño estás tú con tu presencia femenina,
invadida de amor y de locura.
Y sueño con amarte para siempre
sin que el olvido me disuelva en tu memoria.
Sueño.
Sueño que tus amores pasados y los míos,
esos misterios azules
que vamos descubriendo el uno del otro
y nos sorprenden,
rompan todos los diques
y se viertan
y se disuelvan para siempre.
Y que me digas algún día
que me quieres de verdad.
Que me quieres;
que me quieres
y que no sabías; que no tenías ni idea
de que el amor podía ser algo así

Francisco

domingo, 25 de septiembre de 2011

CHEJOV Y EL TABACO


ANTON PAVLOVICH CHEJOV
SOBRE EL DAÑO QUE HACE EL TABACO
(O VREDE TABAKA)
MONÓLOGO EN UN ACTO (1886) PERSONAJE IVÁN IVANOVICH NIUJIN, esposo de la propietaria de una escuela de música y de un pensionado de señoritas. La escena representa un estrado en un casino de provincia
Acto único NIUJIN, hombre de largas patillas y sin bigote, vestido de un frac viejo y deslucido. Tras hacer una entrada majestuosa, saluda y se estira el chaleco.
NIUJIN.-¡Muy señoras y muy señores míos!... (Se atusa las patillas.) Habiendo sido invitada mi mujer a hacerme dar una conferencia con fines benéficos sobre un tema popular..., he de decirles que, por lo que a mí respecta, el asunto de esta me es indiferente... ¿Que hay que dar una conferencia?... Pues a dar una conferencia... No soy profesor, y estoy muy lejos de poseer la menor categoría científica; pero, sin embargo, hace ya treinta años que trabajo de un modo incesante, y hasta con perjuicio..., podría decir..., de mi propia salud, en cuestiones de un carácter puramente científico... Incluso escribo artículos científicos o, al menos, si no precisamente científicos, algo, con perdón de ustedes, que se asemeja mucho a lo científico. Justamente, en uno de los pasados días, compuse uno larguísimo, que llevaba el siguiente título: «Sobre lo dañino de determinados insectos»... A mis hijas les gustó mucho... En especial, la parte dedicada a las chinches... Yo, sin embargo, después de leído lo rompí... Después de todo, y se escriba lo que se escriba, no puede uno prescindir del uso de los polvos persas... Por tema de mi conferencia de hoy he elegido el que sigue: «Sobre el daño que el tabaco causa a la Humanidad». Yo soy fumador..., pero como mi mujer me manda hablar de lo dañino del tabaco..., ¡qué remedio me queda!... ¡Si hay que hablar del tabaco..., hablaré del tabaco!... A mí me da igual!... Eso sí..., les ruego, señores, que escuchen esta conferencia con la debida seriedad... Aquel a quien una conferencia científica asuste o desagrade..., puede no escucharla y retirarse... (Se estira el chaleco.) Solicito también una atención especial por parte de los señores médicos..., ya que estos pueden sacar gran provecho de mi conferencia..., dado que el tabaco, a pesar de su carácter perjudicial, es empleado también en medicina. Si, por ejemplo, metiéramos una mosca en una tabaquera..., moriría, seguramente, víctima de un desequilibrio de sus nervios... Como primera orientación, puede decirse que el tabaco es una planta... Les advierto que yo, por lo general, cuando doy una conferencia, tengo la manía de guiñar el ojo derecho; pero ustedes no reparen en ello... Es un defecto de mis nervios... Soy hombre muy nervioso, y esta costumbre de guiñar un ojo la contraje el trece de septiembre de mil ochocientos ochenta y nueve: día en el que mi mujer dio a luz su cuarta hija, de nombre Varvara... Todas mis hijas nacieron en trece... Pero... (Mira el reloj.), el tiempo apremia y no podemos desviarnos del tema de esta conferencia. Tengo, primeramente, que decirles que mi mujer es propietaria de una escuela de música y de un pensionado de señoritas... Dicho sea entre nosotros, a mi mujer le gusta mucho quejarse de la falta de dinero; pero la realidad es que tiene ahorrados de cuarenta a cincuenta mil rublos..., ¡por lo menos!..., mientras que yo no dispongo ni de una sola «kopeika»... ¡En fin, qué se le va a hacer!... En la pensión, el encargado de las faenas domésticas soy yo... Voy a la compra, vigilo el servicio, anoto los gastos, confecciono cuadernos, limpio de chinches los muebles, paseo al perrito de mi mujer, cazo ratones... Ayer, por ejemplo, que proyectaban hacer «blinis»(1), mi obligación se redujo a dar a la cocinera la harina y la mantequilla; pues bien..., figúrense que hoy, cuando estaban preparados ya los «blinis», viene mi mujer a la cocina y dice que tres de las alumnas no pueden comerlos por tener las amígdalas inflamadas... Sobraban, por tanto, varios «blinis»... ¿Qué hacer con ellos?... Mi mujer quiso, primero, guardarlos en la despensa; pero luego, después de pensarlo un rato, me dijo: «¡Cómetelos tú, espantapájaros!»... Cuando está de mal humor me llama «espantapájaros»... «¡Satanás!»... ¿Y qué tengo yo de Satanás?... ¡Ella es la que está siempre de mal humor!... No puedo decir que me comí los «blinis»... Me los tragué sin masticar... ¡Tengo siempre tanta hambre!... Ayer, por ejemplo, no me dio de comer en absoluto... «¿Por qué voy a tener yo que darte de comer?», me dijo... Pero... (Mirando el reloj.), nos estamos desviando del tema. Prosigamos... Aunque, en realidad, creo que seguramente les gustaría más estar escuchando una sinfonía o un aria... (Canta.) «¡En el combate no perderemos la sangre fría!»... No me acuerdo de dónde es esto... A propósito..., me olvidaba decirles que en la escuela de música de mi mujer..., aparte de las ocupaciones domésticas..., tengo obligación de dar clase de matemáticas, de física, de química, de geografía, de historia, de solfeo, de literatura, etcétera... Las lecciones de baile, canto y dibujo las cobra mi mujer, aunque la de baile y la de canto también soy yo quien las doy... Nuestra escuela está situada en el callejón de Piatisobachi(2) y en el número trece. Seguramente es el vivir en un número trece lo que me hace tener tan poca suerte en la vida... Mis hijas nacieron en trece y nuestra casa tiene trece ventanas... ¡Qué, se le va a hacer!... Si alguien desea más detalles puede dirigirse a mi mujer, que está a todas horas en casa, o leer los programas de la escuela. Los vende el portero a treinta «kopeikas» la hoja. (Saca unas cuantas de su bolsillo.) Si lo desean, puedo darles algunos. ¡A treinta «kopeikas» la hoja!... ¿Hay quien la quiera?... (Pausa.) ¿No quiere nadie?... ¡Se la dejo a veinte! (Pausa.) ¡La fatalidad!... ¡Si vivo en un número trece, cómo voy a tener suerte!... ¡Me he vuelto viejo y tonto!... Quién sabe si, por ejemplo, mientras estoy dando esta conferencia presento un aspecto alegre y, sin embargo..., ¡cómo me agradaría pegar un grito muy fuerte o salir de aquí disparado e ir a parar a mil leguas!... ¡No tengo nadie con quien poder lamentarme y hasta me entran ganas de llorar!... Me dirán ustedes...: «¿Y sus hijas?»... ¡Mis hijas!... ¡Les hablo y se echan a reír!... Mi mujer tiene siete hijas. No, perdón..., creo que seis... (Con viveza.) No, siete... La mayor, Anna, ha cumplido los veintisiete, y la menor, los diecisiete... ¡Muy señores míos!... ¡Escuchen!... (Volviendo la cabeza para mirar tras de sí.) ¡Soy un desgraciado!... ¡Me he convertido en un ser anodino..., aunque, en realidad..., tienen ustedes delante al más feliz de los padres..., o, por lo menos, debían tenerlo... Es todo lo que me atrevo a decir... ¡Si supieran ustedes solamente cuánto!... He vivido junto a mi mujer treinta y tres años de mi vida, que puedo decir fueron los mejores de ella... ¡Bueno!... ¡Los mejores, precisamente, no, pero..., casi, casi!... Estos, en una palabra, se deslizaron como un feliz instante..., aunque para hablar en justicia..., que se los lleve el diablo... (Volviendo la cabeza.) Me parece que ella no ha venido todavía y que puede uno decir lo que quiere... ¡Me da miedo!... ¡Me da un miedo horrible cuando me mira!... Pues..., como les iba diciendo..., mis hijas seguramente no se casan por su timidez y, además, porque no hay hombre que tenga ocasión de conocerlas... Mi mujer no quiere dar reuniones ni invita nunca a nadie a comer... Es una dama sumamente roñosa, gruñona e irascible, por lo que jamás viene nadie a visitarnos; pero, sin embargo, puedo comunicarles, en calidad de secreto (Se acerca a las candilejas.), que a las hijas de mi mujer puede vérselas en los días de las grandes festividades en casa de su tía Natalia Semionovna..., esa que padece de reuma y gasta un vestido amarillo con pintitas negras que parece va todo salpicado de cucarachas... Allí acostumbran también dar meriendas, y, cuando mi mujer no está presente, se permite esto: (Empina el codo.) Tengo que decirles que la primera copa suele ya embriagarme, y que, en ese momento, siento en el alma tanta paz y, al mismo tiempo, tanta tristeza, que no tengo palabras para expresarlas... No sé por qué, acuden a mi memoria los años de mi juventud y experimento unos tremendos deseos de correr... ¡Ay!... (Con animación.) ¡Si supieran ustedes lo fuertes que son estos deseos!... ¡Correr!... ¡Dejarlo todo!... ¡Correr sin volver atrás la cabeza!... ¡Adónde?... ¡Qué importa adónde!... ¡Lo que importa es escapar a esta vida fea, vulgar, barata, que me ha convertido en un viejo y lamentable tonto..., en un viejo y lamentable idiota!... ¡Escapar a esta vieja mezquina, mala, mala tacana que es mi mujer!... ¡Mi mujer, que durante treinta y tres años me ha martirizado!... ¡Huir de la música, de la cocina, del dinero de mi mujer, de todas estas pequeñeces y vulgaridades, y detenerme lejos..., lejos..., en algún lugar del campo..., convertido en un árbol, en un poste, en un espantapájaros, bajo el ancho cielo, y pasarme la noche contemplando la clara, la silenciosa luna y olvidar!... ¡Olvidar!... ¡Oh, como quisiera no acordarme de nada!... ¡Cómo quisiera arrancar de mis hombros este vil y viejo frac con el que me casé hace treinta años!... (Arrancándose de encima el frac.) ¡Con el que estoy dando siempre conferencias para fines benéficos!... ¡Toma!... (Pisoteándolo.) ¡Toma!... ¡También yo soy tan viejo, tan pobre y tan lamentable como este chaleco de espalda gastada y deshilachada!... ¡Nada necesito!... ¡Estoy por encima y soy más puro que todo esto!... ¡Hubo un tiempo en el que fui joven, inteligente..., en el que estudié en la Universidad..., en el que soñé y me consideré un hombre!... ¡Ahora, nada necesito!... ¡Nada, salvo la paz!... (Mira hacia un lado y se pone precipitadamente el frac.) Pero ¡si está mi mujer entre bastidores!... ¡Ha venido y me está esperando! (Mira el reloj.) ¡Señores! ¡El tiempo fijado para esta conferencia ha expirado ya!... ¡Les ruego..., si ella les pregunta algo..., digan que ha sido pronunciada..., que el fantoche..., o séase, yo..., se portó dignamente!... (Echando una mirada a un costado y aclarándose la garganta.) ¡Está mirando hacia aquí!... (Alzando la voz.) «¡Una vez admitido que el tabaco contenga en sí el terrible veneno a que acabo de referirme, en ningún caso les aconsejo que fumen, y hasta me permito esperar que esta conferencia, que ha tenido por tema «El daño que hace el tabaco», les aporte un beneficio... He dicho... Dixi et animam levavi.» (Saluda, y sale con paso majestuoso. Telón.)

viernes, 23 de septiembre de 2011

FUSIÓN DE GÉNEROS

MARIO PAOLETTI: EN LA LITERATURA ES UNA TENDENCIA LA FUSIÓN DE GÉNEROS.


Nos informa la Tribuna digital desde Albacete de lo siguiente:

Dentro del ciclo Universidad Abierta, organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha, ayer se realizó una conferencia titulada Literatura, realidad y ficciones, a cargo del escritor argentino Mario Paoletti, en el salón de grados del edificio Benjamín Palencia.
¿A qué tipo de público va dirigida esta conferencia?
Se trata de un aula de lectura, así que básicamente, más que una conferencia al uso es una charla, en las que planteo las preguntas que se le presentan al lector cuando lee un libro, como: ¿qué es la literatura?, ¿por qué se escribe?, ¿qué es la cocina del escritor, cómo trabaja?, etc., y luego hablaremos también de la literatura en estos momentos, el impacto tecnológico, la fusión de géneros, etc.
Las nuevas tecnologías hacen bien o mal a la escritura...
La tecnología no es ni buena ni mala, es como una pistola, siempre depende de quién la utilice y para qué. Las tecnologías son muy útiles siempre que estén al servicio de una buena literatura.
Recuerdo que cuando empecé a escribir, lo pasaba 60 veces, yo era el copista de mi mismo, eso se acabó gracias a las tecnologías.
¿Cómo ve que pueda desaparecer el contacto con un libro ya que existen los iPad?
Cuando nació la imprenta también criticaron el cambio del pergamino al libro; creo que todo lo que sea más cómodo se termina imponiendo y es bueno, siempre que no altere lo central que es contar una historia, lo demás son puros formatos. Lo que creo que sí es una tendencia es la fusión general de géneros.